En este artículo el autor tiene como intención criticar fuertemente el sistema de transporte Mio y a sus organizadores, ya que este proyecto se llevó a cabo sin importar que las hermosas alamedas fueran destruidas a lo largo del trayecto de la construcción del Mio en la ciudad, al mismo tiempo se dirige a los ciudadanos a quienes ínsita a ser agresivos para así llamarle la atención al gobierno y solicitar las intenciones de este proyecto para tener una amplia participación en los cambios de la ciudad ya que esta, no solo es de los administradores del sistema si no también de sus ciudadanos.
Se esta haciendo un progreso basado en la racionalidad mercantil, lujosa, globalizadora e insensible, que busca la modernización de una ciudad que solo ha reflejado durante años una ciudad sumida en la corrupción y en el atraso, por esto el sistema fue creado como un proyecto que le cambiará la cara a la ciudad de Cali, pero sin importar uno de los factores más importantes dentro de esta, su naturaleza, sus alamedas y samanes que crecen alrededor dándole oxigeno y belleza a la ciudad, los cuales fueron destruidos para que transitara por este el GRANDIOSO mega proyecto.
Tal vez, a muchos no les interesa la naturaleza o entonces ¿Por qué nos hacemos los ciegos ante lo que esta sucediendo con nuestros árboles?, de pronto es porque muchos serán beneficiados con este sistema de transporte y cree que con este se disminuirá la delincuencia y posiblemente otros factores que venían acomplejando a sus habitantes, otros simplemente visualizan todo mas fácil que los demás como el Doctor Peñalosa el cual expresó de una forma sínica e indolente:”[…] el proyecto de Metrocali es para una centuria, y los nuevos samanes que se planten en ese o en otro sitio de la ciudad solamente tardaran quince años en convertirse en los imponentes árboles que están a punto de morir de pie, y que ojalá sean pocos pues yo también amo la bellísima Alameda. Así la cosa no es tan grave […]”
Por otra parte el derecho a la participación ciudadana no se esta viendo reflejada y ninguno de sus habitantes lo esta haciendo, quizá por tener algún temor o porque simplemente no les importa lo que se realice en su ciudad siempre y cuando esa persona este beneficiada, pero para los que si les importa el “progreso con respeto” el autor los ínsita a llamar la atención del gobierno, que se pronuncien, para expresarles que también quieren estar enterados de los cambios de su ciudad que a muchos les afectan como en el caso de la tala de árboles y que quieren ser participes de estas decisiones ya que la ciudad es de todos.
En conclusión, los ciudadanos tienen poco que hacer para disminuir la tala de árboles para la construcción del Mio, que pocos se pronunciaron ante el gobierno pero que otros ni por enterados se dieron cuenta lo que sucedía con la naturaleza de la ciudad, que se estaba destruyendo poco a poco y nadie hacia algo para impedirlo, es por esto que el autor critica fuertemente a los organizadores del sistema de transporte y expresa que en su defecto según el autor ”[…]¿Por qué no se ordena el transporte existente con los buses urbanos, se amplían las calles y andenes, se plantan árboles, se diseñan las normas para controlar las rutas y el número de vehículos de transporte público?[…]”.
Finalmente este articulo es enriquecedor y una gran fuente de información para enterarse lo que sucede en la ciudad y las atrocidades por las que pasa esta en manos de los gobernantes que tienen como único fin quedar bien con la ciudadanía sin importar muchos factores internos que la afectan y no están siendo respetadas pero si destruidas.
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